religión
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          Los aztecas eran politeistas.  Su vida giraba entorno a la religión y  se puede decir que ésta era parte fundamental de esta cultura mesoamericana.  En la civilización mexica todo tenía que ver con sus dioses y deidades; sus formas de gobierno, la construcción de sus ciudades, la jerarquía de sus clases sociales, su pasión por las guerras, incluso sus actividades artísticas y de esparcimiento.

          Sería oportuno mencionar que ellos no crearon su propia religión, sino que  tomaron la que ya existía desde el tiempo de los olmecas y la modificaron a conveniencia según sus propias creencias.  En esta cultura al igual que en todas las mesoamericanas, el hombre era un experto en los fenomenos naturales.  

          Los mexicas concebían al mundo como una plataforma gigantesca dividida horizontalmente en tres partes: en la superior, que estaba conformada por trece cielos, viajaban en Sol, la Luna, las estrellas, las nubes y el viento; aquí mismo pero en un nivel inferior, vivían los dioses celestes, y un poco más abajo se encontraba el paraíso o Tlalocan.  La parte central, era el mundo de los hombres, donde confluía todo el cosmos,  y, la inferior, estaba compuesta por nueve niveles, en los que se encontraba el Mictlán o inframundo.
 

Los dioses Ometecutli y Omeciuatl, el aspecto masculino y femenino del mismo dios, son los creadores del hombre. Aqui están poniendo la alma adentro de un cráneo sin vida

El hombre prehispánico era un observador constante de la naturaleza. El movimiento de los astros; el día y la noche; el cambio cíclico de una temporada de lluvias y de una de secas a lo largo de un año; el nacimiento y muerte de las plantas y del hombre mismo, eran fenómenos cíclicos que no pasaban desapercibidos. (Mates, 108)

Sacrificios

         No se concibe la religión azteca sin los sacrificios.  Para los guerreros el honor máximo consistia en caer en la batalla, o  en su defecto ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en la ceremonias importantes.  Las mujeres que morian en el parto compartían también este honor.  Las guerras floridas se llevaban a cabo con el fin de hacer prisioneros que mas tarde serian sacrificados.  La razón de la ofrenda de sangre humana era alimentar a los dioses del sol para asegurarse su aparición.

         Estos sacrificios eran realizados por la casta sacerdotal, dedicada también, a atender las necesidades de los templos, observar los movimientos de los astros e interpretar los presagios.  

                                                                   


Dioses aztecas

Huitzilopochtli

         Fué el dios principal de los aztecas, representaba los dardos y lanzas del guerrero, la sabiduria y el poder, símbolos que lo identifican con la serpiente.  Este dios cuyo nombre significa "colibrí zurdo" era hijo de Coatlicue y hermano de Coyolxauhqui.  

          Se le honraba en el decimoquinto mes azteca, en una ceremonia en la que se practicaban sacrificios.  En su honor se levantaron majestuosos templos en el centro de la gran Tenochtitlan, a pesar de ser una divinidad temida por sus fieles, ya que su culto conducía a la muerte.

          Fué Huitzilopochtli, quien prometió a los mexicas la tierra donde alcanzarian su máximo esplendor, la cual encontrarían en un lago con un islote, en el que habría una roca y sobre ella un nopal, con un águila devorando una serpiente. 

Quetzalcóatl

      Este dios es considerado el padre de los toltecas y su nombre significa "serpiente emplumada".  Existe una leyenda en la que se cuenta que Tezcatlipoca hizo beber a Quetzalcóatl varios tragos de pulque argumentando que serían beneficiosos para su salud, mismos que consiguieron embriagarlo y en dicho estado cometió incesto.  Quetzalcóatl, avergonzado por haber perdido su entereza, se ocultó y finalmente desapareció, no sin antes prometer que volvería.

          Quetzalcoátl se relaciona con la enseñanza de las artes y es por esto que actúa como introductor de la civilización.  Sus seguidores tenían una manera muy particular de demostrar su devoción ya que para evitar el sacrificio directo, se extraían sangre de las venas que se encuentran por debajo de la lengua ó detras de las orejas y con ella untaban la boca de sus ídolos.

         Además de precursor de las artes y la industria, fué además, enemigo de la guerra, predicador de  la religión con base en el amor, inventor  del calendario y recomendaba la penitencia y el ayuno en lugar de la práctica de sacrificios humanos. 

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Tláloc

           Tláloc era otro de los dioses de gran importancia para los aztecas y era el dios de la lluvia.  Estaba casado con Chalchiuhtlicue que era la diosa del agua y cuyo nombre significa "la de la falda de jade".  Con ella tuvo muchos hijos que eran los tlaloques o nubes.  Vivían en Tlalocan, que era el lugar al que iban a parar los que fallecían víctimas de alguna inundación, fulminados por un rayo o enfermos de hidropesía.

          Para mantenerlo contento, sus devotos  le ofrecían niños y doncellas en sacrificio.  Los campesinos, en previsión de sequías,  fabricaban ídolos e  imágenes a semejanza del dios  y los veneraban ofreciéndoles maíz y pulque.


Coatlicue

          Su nombre significa "la de la falda de serpientes" porque de su falda colgaban estos reptiles entrelazados y sujetos atrás por un broche de cráneo con cascabeles y flecos.  En su base tiene esculpido un Tlaltecuhtli, que es el señor de la Tierra.

          Se representa como una mujer decapitada, de cuyo cuello surgen dos cabezas de serpientes que simbolizan corrientes de sangre.  Sobre los senos caídos luce un collar de corazones y manos, con un pendiente de cráneo que simboliza la vida y la muerte.

          En su honor se practicaban ceremonias sangrientas muy parecidas a las que conmemoraban a Huitzilopochtli.

Coyolxauhqui

          Esta diosa es lo opuesto del sol, ya que se manifiesta en  la luna y es por ello que se le representa en la forma de una cabeza cercenada por su hermano Huitzilopochtli.  Su aspecto es el de una muerta que tiene los ojos esculpidos en forma de media luna.  Sus mejillas están adornadas con cascabeles de oro y porta un tocado de plumas y bolas de plumón; sus orejas y el adorno labial representan los rayos solares.

          Coyolxauhqui-Chantico es otro nombre con el que también se le conoce.  Es patrona del fuego y representa la luna, sacrificada por el sol.  Símbolos de la guerra sagrada y el sacrificio se encuentran grabados en la parte inferior de su representación.

Xochipilli

          El nombre de este dios significa "dios de las flores" y es la deidad que simbolizaba el amor, los juegos, el baile, la poesía, la alegría, la abundancia, la vegetación y las cosechas.                   
  
        Como dios de los juegos, presidía todos y cada uno de ellos, sobre todo si se trataba del juego de pelota.  Como dios de la danza llevaba una máscara de madera cuyo borde inferior se percibe debajo de la barba.

          Su indumentaria consistía en una capa adornada con flores y un moño cuyas puntas terminan en flecos y cascabeles.  Sus manos están dispuestas de tal forma que pareciese que sostiene un ramo de flores.

Ometecuhtli

          Es un dios ambiguo ya que representaba la dualidad de la generación; es decir, que equivalía al mismo tiempo al cielo, lo masculino, y la tierra, lo femenino.  Este principio dual, se da por la unión de este dios con Omecíhuatl, dando origen al creador Ometéotl.

          Ometecuhtli y Omecíhuatl, también son conocidos con los nombres de Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl respectivamente.  Juntos procrearon cuatro hijos: el primero fuéTezcatlipoca rojo o Xipe y al cual también llamaban Camaxtle, el segundo fué Tezcatlipoca negro conocido comúnmente como Tezcatlipoca, el tercero fué Quetzalcóatl y el cuarto Huitzilopochtli.


Xólotl

          
          Era el dios del lucero de la tarde, del relámpago, los espíritus y la mala suerte.  También  ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlán ya que sus dominios se extendían hasta el inframundo.  Representaba además, las formas ascendentes y descendentes del fuego.  Era gemelo de Quetzalcóatl y la personificación maligna de Venus.

          En el arte, Xólotl fué representado como un esqueleto, un hombre con cabeza de perro.  Pero este dios monstruoso aparece también representado en algunas de sus imágenes con las cuencas de los ojos vacías, porque según la leyenda, al sacrificarse los dioses para dar vida al nuevo Sol, se puso tan triste y lloró tanto que los ojos se le cayeron de las órbitas.

Mictlantecuhtli

          Este era el dios de las tinieblas y la muerte y también era llamado Popocatzin.  Su hogar se encontraba en el ombligo de la tierra, es decir en el Mictlán, que es el lugar al que iban los muertos que no merecían ninguno de los diversos grados de los cielos, y su castigo era el tedio, ya que estaban condenados al aburrimiento, al cansancio, al fastidio... al hastío.  Él y su esposa Mictecacíhuatl regían el mundo subterráneo y ejercían su soberanía sobre los nueve ríos subterráneos y sobre las almas de los muertos.

          Era representado como un esqueleto de un humano con una calavera de muchos dientes y manchas amarillas, símbolo de la descomposición.  Estaba también asociado con las arañas, los murciélagos y los búhos, aunque en esta representación su imagen varía un poco de la anterior ya que se presenta con cabello negro y ojos de estrella.

          En el mes de Tititl se le ofrecía el sacrificio de un cautivo y se veneraba en su templo conocido con el nombre de Tlaxoco y que se encuentra situado en el centro ceremonial de Tenochtitlan.


Tlazoltéotl

          Esta devoradora de la mugre es la diosa de la inmundicia, la lujuria y el deseo.  Es la que absolvía a los fieles de sus faltas o pecados y  aunque había otras diosas relacionadas con la sexualidad, esta es la que la representa.  Se cree que visitaba a la gente que estaba por morir, de ahí que se le conozca como la "comedora de la suciedad".

          Se encuentra representada de dos formas.  En algunos códices se le observa en la postura habitual para dar a luz, y a veces, defecando debido a que los pecados de lujuria se simbolizaban con los excrementos.  En otros códices aparece sosteniendo la "raiz del diablo", que era una planta usada para hacer más fuertes los efectos del pulque y disminuir los dolores del parto.  Por otro lado, el pulque era una bebida relacionada con la inmoralidad.

          Si se observa con detenimiento, su veneración muestra ciertas contradiciones, ya que así como daba también quitaba.  Por un lado, traía el sufrimiento con enfermedades venéreas y por el otro lo curaba con medicina; por un lado , inspiraba las desviaciones sexuales, pero por el otro tenía la capacidad de absolverlas.

          Así pues, esta diosa era venerada como procuradora de nacimientos, favorecedora de partos sin dolor, asistente de los médicos, pero también era vista como una diosa cruel que traía la locura.    



Tezcatlipoca

          Su nombre significa "espejo humeante" y se le consideraba maestro en magia negra y hechicero; es por ello que porta una máscara negra y un espejo en el pecho en el  que se reflejan los hechos de la Humanidad.  Era una de las deidades principales, quizás la suprema deidad  azteca, dios de la noche y que todo lo ve, inventor del fuego, hermano y enemigo de Quetzalcóatl.  Era además, invisible, eterno, creador del cielo, y el infierno, el alma del universo, señor del mundo y las riquezas, dios del cielo nocturno, la luna y las estrellas, señor del fuego y de la muerte.

          Era una de las figuras más temidas del panteón azteca y por ello era llamado también Yáotl, "el enemigo", asociado con las fuerzas de la destrucción y del mal.  Presidía las escuelas regionales donde los guerreros aztecas se preparaban militarmente a la vez que recibían educación elemental.

          Tenía cuatro representaciones, dependiendo del punto cardinal al cual se estaba refiriendo; de este modo, si era rojo representaba al occidente, si era azul al sur, si era negro al norte y si era blanco al oriente.

          El Tóxcatl era la fiesta más importante consagrada a Tezcatlipoca y se celebraba en el mes quinto.  Para tan importante ocasión se sacrificaba a un joven honrado como representación del dios en la tierra y al cual se proveía con muchos artilugios, entre ellos un silbato que producía un sonido semejante al del viento nocturno por los caminos.

          A través de su inflluencia, se generalizó la práctica del sacrificio humano.

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